sábado, 25 de noviembre de 2017

Héroe nacional.

Me he puesto las gafas de sol
a pesar de que llovía.

Qué injusticia.

La noche de antes de ti
amarré mis manos y pies
a la cama
esperando a que alguien se atreviera a salvarme
terminar la faena.

Esperé tu respuesta sabiendo
que los muertos no hablan,
sabiendo que eres como el Cid,
un cobarde hijo de puta
vestido de héroe nacional
que siempre vuelve a casa.

No queda más remedio
que tirar por tierra a la tierra
que guardé para salvarte,
porque la valentía no crece
si no le das de comer
y la tuya habita en un planeta
               [en vías de desarrollo.

Todos los trofeos que ganaste
se volvieron de arena y cartón

incluido el mío.


Ahora comprendo que no tiene 
más el que luce
sino el que se apaga.

Vuelve a ser navidad,
vuelvo a tomar el sol
con mis gafas en el metro de Madrid
luciendo las escaras,

herida abierta.

Tú me miras con las manos
llenas de agujas e hilos
sonriendo puñaladas como
el hijo de puta héroe nacional
que el mundo reclama
mientras presumes de mi amor
                   [a puerta cerrada,
pinchado en la solapa de tu chaqueta
como un crucificado,
la que nunca pusiste sobre mis hombros
cuando más lo esperé
cualquier día de ventisca
mientras miraba celoso
como mirabas a tu ombligo.



jueves, 9 de noviembre de 2017

¿Qué hacemos ahora?

Por tu huella esta camisa
ya no deja que la abroche
por tu mano mis pulmones
ya no quieren trabajar por mi.

Por tus lunares me enredo
como dedos en la orilla
y me dejo fluir,
siempre igual de mojado.

Me disloco la mandíbula
si así te puedo tragar entero
despacio, despierto, descendiendo
por
cada
parte

de


mi



cuerpo.

Y es que hueles a
déjameentrarentuvida
e hipnotizado respondo
mejorentrahastalamuerte.

Duermo en tu nuca enganchado
y saboreo sin saciarme
todas las sábanas que
quiero manchar contigo.

Me he vuelto más loco
que la sociedad
y los médicos dicen que
nunca tuve curar.

Eso sí,
gracias por intentarlo,
que yo también te quiero.





jueves, 19 de octubre de 2017

Tu estepa

No sabes cuánto añoro
decirte un año más
que esta noche
"podemos con todo".

Mi suspiro es mar en tu oreja
porque tengo los pulmones encharcados
de todas las lágrimas que tragué. 

Cada arruga en mi espalda 
es una noche comiendo techo,
una sábana que se clava
a falta de tu piel.

Que sentirte lejos es la clave
para ver que hay más mundo detrás de tus ojos,
que me alcanza una bocanada 
de echarte de menos 
o de mi vida.

La encerrona del que busca libertad
o la paradoja del preso
encarnado a su celda
hoy visten lo que somos.

No
a mi esta pena no me representa,
más bien me distorsiona,
y luego me regala una cueva
donde todos los días oscuros son festivos.

El amor se luce con orgullo
no con miedo,
no entre dientes,
no en mi nombre,
no para nada.

Veré tu estepa lejos de todo
lo que pensé que era real,

-En ese río nos bañamos desnudos.
-En ese río me ahogué querrás decir.

-En ese prado hicimos el amor.
-En ese prado vendí mi alma al peor postor.

lo que pensaba que era real.

Me quedaré a encanecer en las fotografías,
de cara al mundo la sonrisa del que ama
y en mi nuca una pared en blanco
que espera a ser escrita
con la fecha
de la primera vez que me dijiste
te quiero
y cedí a tumbarme contigo en el fuego.


jueves, 7 de septiembre de 2017

Donde los hombres...

En esta roca murió un padre,
en este valle chocaron dos ríos
en esta plaza vino el amor
[a terminar de morir.

En este bosque se perdió un hijo,
en estas lágrimas se mojaron dos pájaros
en esta hora el cielo abrió los ojos.

El deseo corrompido y la araña 
que no se deja ver
vienen de la mano
y nos dicen que este es el
fin de la partida.

Yo salgo de la cueva
y tú nadas mar adentro.
Mañana las muñecas se habrán
quedado sin su piel de porcelana.

Dime entonces, pájaro sin alas,
qué hacemos con los cazadores
que se queman de ganas por nosotros.

Dime entonces dónde están los 
platos que lanzaste a media altura
mientras yo
disparaba hacia las nubes.

Esta tierra no es mi tierra
y estas luces son de peligro
mientras yo,
creía que eran de fiesta.

Tengo una mano fría que toca mi pecho
y otra caliente que toca mi polla.
Sin dejar de sentir mi propia carne.

Esto no es una pistola de despedida
ni un beso de asesino,
pero ambas partes acabarán igual.


Lloran truenos en tu cabeza
y lo extraño no sera terminar 
sino haber empezado.

En este valle,
en este río
en esta roca
en este bosque
en esta plaza
se oye el susurro del tiempo
que viene a morir

al lugar donde follan los hombres asustados.




domingo, 20 de agosto de 2017

La última palabra.

"Por tu amor me duele el aire
el corazón
y el sombrero".
F. G. L.

Naces, creces, besas, mueres,
besas pronto y tarde
besas de colores
y en blanco y negro,
ciegas más allá de los sonidos
y descansas con una falsa sensación
de modestias aparte.

Un día bajé la mano a lo prohibido
y desde entonces la tierra me supo menos amarga
menos dulce y más tierra.

Nunca he estado más perdido que ahora,
yo, que algunas veces regalo el corazón
y otras, que directamente
lo pierdo.

Después los tejados fueron de agua y roca,
buscaba cada esquina oscura para robar un beso
y calentar lo que podría comerme cuando gustase.

Calle, cama y cartón sabían a caramelo ensalivado.
Ni manzana ni mano de Eva,
decidí follarme a todas las serpientes
antes de dejar el paraiso
y encontrarme con la arena en el ojo.

Cae el frío y mi cuerpo detrás 
de ti.

Encierro un sentimiento atroz
con cada pestañeo
y el recuerdo de este caos
vuelve a sangrar la nieve del abrazo
de quien no se deja querer
como el fiel que se flagela.

He encontrado una cueva en mi cabeza
que va directa a una cascada
y pretendo hacerme el amor en estas aguas subentrañas
porque para perder la razón
siempre me quedará tiempo.

No, esta no es la vida que elegí,
ni la lucha,
pero sí la que hoy padezco
y en este extremo de la cuerda
tiro para que no te caigas
y tiendo la mano al caído.

Hoy la noche es menos noche,
las perséidas se quedaron en el recuerdo,
la montaña aplasto al viajante,
la rueda giró en sentido contrario
y las agujas del reloj se clavaron en mi costado.

No os confundáis,
esta no es otra historia triste
sino otra más pequeña
a veces dulce, a veces de colores
y otras
otras en blanco y negro.




viernes, 21 de julio de 2017

יום השנה

Mi amor vale lo que vale
tu sonrisa.

Un gorrión desmiga con su pico
cada día el dolor del hígado

y la morfina hace que
cada mañana
llame a gritos a miles de
gorriones volados de tus manos.

"Que ojalá me coman entero".


Un cuervo sobrevuela encadenado
a tu flagrante figura de sultán sin castillo,

y el eco se viste de sus graznidos
que no entienden de lámparas sin genio
ni deseos,
que no entienden de piernas rotas.

"Qué ojalá me quiera tanto como el veneno a la manzana".


Un zorro espera sumiso
a que la mecha se consuma

y entierra la cabeza en tu madriguera
buscando el olor del final del cuento.

Y sueña.

"Que ojalá no explote nunca".


Y el gorrión picotea al cuervo
y el cuervo ensordece al zorro
y el zorro muerde la dinastía
y Salomón dejara de llamar a su primogénito como él.

En Granada lloran dudas
y entre nosotros las manos unen
etnias en tiempos de rabia.

Un año es un suspiro...

"Que ojalá respire siempre en mi mejilla".





martes, 20 de junio de 2017

Otras confesiones de un corazón desequilibrado.

Hay un suspiro de desasosiego
encerrado en mi garganta,
enclaustrado, encarcelado,
finalmente enfurecido.

El remedio de mis males
por muchos que sean,
se encuentra en la nana de mi madre,
en el sonido de choque
cuando mis manos se posan,
como dos buitres viejos y cansados,
sobre los huesos de tus caderas.

Ser abrigo, ser abrazo, ser ambos,
tiene un fin,
no perderme
o al menos, no darme todo por perdido,
que lo poco de mi salvado
te salve a ti del frío.

No quiero escribir versos
que no me aten directamente
a algún corazón que pueda latir
todas las veces que el mío
de por ganada la vida.

Yo nací de la mezcla que hacen la sal y la herida,
herido de por vida
y por culpa de la vida
herido de amor
y curado por el mismo.

O me trago la sangre
o la escupo,
pero en mi boca
sólo existe hueco para pronunciar
tu nombre.



domingo, 28 de mayo de 2017

Epokhe

"El mismo vaso
sobre la mesilla de noche.
Un rumor de piel en la sala de cine".
Guille Galván


Marta apaga el despertador
y asesta un golpe definitivo a Oniria,
hoy prefiere coleta para que cuando se vean,
al viento no le den ganas de despeinar,
sale a su casa, entra en la vida.

Se ha vestido de triunfo
y disfraza cada duda,
se borra la inseguridad de la boca
con un pintalabios oscuro,
afila la mirada
y practica la sonrisa
sin enseñar los dientes, claro,
hoy no le apetece enamorar a nadie.

Marta se reparte el peso
de otros años en cada uña de color rojo vino,
ella lo sabe
no olvida pero calla.

Marta está cambiando de órbita
y cuando sale a la calle, todos giran
al reflejo de sus piercings.

Camina seria hasta el metro
pero en su interior las carcajadas 
suenan a cataratas imparables,
a agua rota contra las piedras 
y recuerda a quienes se dejaron 
caer por ellas.

Marta está enamorada de su héroe favorito,
amor al arte,
hoy es devota de una canción que le recuerda a ayer,
mañana será infiel a la melodía
matando a esta de mal de amores.

Marta sabe que algo no va bien
pero no tiene tiempo de arreglarlo,
todo el día decidiendo por dónde
pero sin llegar a hacerlo.

Marta habla encriptado,
siente fotografía,
brilla flash,
se acerca zoom
y sentencia disparando.

Es ciervo de cristal
en un mundo de cazadores ciegos.
Ella ve.

Marta se suelta el pelo
y la sonrisa.
Desarma a las bestias.


jueves, 18 de mayo de 2017

Ojalá, las flores.

Lo que duele,
lo que arrasa,
lo que mata.

Ojalá en las flores...

Lo que frena,
lo que dice no, pero ,
lo que asfixia.

Ojala en las flores...

Lo que despeña las lágrimas,
lo que anuda en la garganta,
lo que descose el alma.

Ojalá en las flores...

Lo que penetra,
lo que mancilla,
lo que mancha.

Ojalá en las flores...


Lo que asesina,
lo que desgarra,
lo que parte
y lo que se


                    cae.

Ojalá se pierda

entre todas las flores

de nuestro jardín.




lunes, 1 de mayo de 2017

Desde los talones.

En la boca de un niño todo es hambre.
Ángelo Néstore

A tu pie, tan espuma como playa.
Miguel Hernández

Sube algo por los talones,
por dentro del hueso,
te obliga a andar sobre una cuerda infinita
a infinitas hostias de altura.

Crecen hilos de las muñecas, de cada dedo,
de la coronilla,
me vuelvo títere
a la voluntad de su titiritero,
sin oponer resistencia alguna.

De la boca ya no salen palabras,
sólo amagos entre lo descomunal y lo insignificante,
las palabras sobran
porque nos hablamos con abrazos.

La gravedad se vuelve mito,
la teoría involuciona a la ley
y me encierro dentro de una nube
con el piloto automático
sujetando los rayos
de mis inevitables tempestades.

Muero cada segundo
de lo fuerte que me bombea el corazón
por tu causa,
me asusto por si un día para
y te pierdo de vista.

Los impulsos se estrellan a cada
instante,
mi carne busca la tuya
siempre,
como un recién nacido
al pecho rebosante de alimento
de su madre.

Y dejas de ver porque das tus ojos,
te los doy, cuídalos.
Y te acostumbras a buscar el camino
de baldosas marrón clarito,
resultado de la sinestesia,
confiando que estarás en mi final.

Sube el amor desde los talones
y yo me dejo subir con él
porque vivir en las alturas
significa "lo siento, pero te quiero".



domingo, 9 de abril de 2017

Inteligencia intrapersonal.

Tengo la vida escrita a gritos
desde la otra punta de mis pensamientos
que viajan de boca en boca
y acaban en el punto de salida.

Si me muevo es por peligro de extinción
y si me quedo quieto
es porque ya me sé muerto.

De todas las vidas 
que guardo entre mis manos
me quedo con una,
la mía junto a ti.

Pero la MÍA.

Un cuarto de mi cuerpo 
lo ha ido cubriendo la tinta,
la parte restante
son arañazos que me hice
cuando el instinto decía "basta"
y yo gemía "más".

Joder, que he visto romperse a la luna
al mismo tiempo
que perdía la fe
en un mañana mejor.

Y es que me vuelvo parásito
de esta sensación de desconsuelo constante
y le espero impaciente y sumiso
cada vez que llaman a la puerta.

Me acepto así, mal y pronto,
creyendo que lo malo pasa lento
y lo bueno nunca llega,
por eso siempre estoy alerta.

He cerrado mis costillas
a base de golpes bajos
que he ido encajando entre mis poemas
para no volver a perder el corazón.

Ahora sobrevivo ayudando a los demás
dentro de lo que sé,
porque si no les salvo a ellos
siento que me muero por dentro


y estoy dolorosamente orgulloso
de poder contarlo.



jueves, 2 de marzo de 2017

(Espacio en blanco)

Se me ha escapado una palabra
junto con su significado,
no sé cómo, cuándo ni donde
y ahora no me encuentro.

La he buscado por debajo
de la cama, pero allí
solo estaban las promesas
que cayeron de una boca
y se quedaron dormidas
en el olvido.

Miré por encima de armarios,
estantes, cajones
y en el falso techo de mi frente,
por si estaba entre los besos
de la gente que me quiere.

Me he desgastado las uñas
de las manos y los pies
rascando la pintura de las paredes
de esta habitación infinita
y he llegado a lo más profundo
de mi imaginación,
pero ahí, solo estaban
todas las buenas decisiones
que nunca tomé.

Registré todos los rincones
de mi cuerpo,
leyendo cada cicatriz plantada
en la piel,
recorriendo sus raíces hasta mi alma
y crecidas hacia el centro de
todos mis problemas,
como una enredadera a la inversa
que espera a ser podada
por mordiscos que nunca llegarán.

He preguntado a los pasajeros
de las lineas de mis manos,
pero estaban más perdidos
que la ilusión en tiempos de guerra.

Al final escudriñé el mapa de mis pasos
buscando un tesoro al que amar
y en el lugar de la X
una foto tuya me observaba
haciendo mutis por sus ojos,
encerándome en el tiempo.

Se me ha escapado una palabra
junto con su significado
y ya no puedo recordarla.



viernes, 10 de febrero de 2017

Revolución

Dicen que existe
una nota musical
tan recelosa de si misma
que no se deja tocar por nadie.

Un puñado de voces
que cantan a través de sus nudillos
pintados de esperanza
y vestidos de blanco,
reclamando en el nombre de la paz
lo que un día enterraron bajo sus pies.

Mientras tanto busco un argumento
que defienda al hecho
de que haya infinitas formas
de morir, es decir,
una por cada bala
o cuchilla

y solo una de llegar al mundo. Nacer


Tampoco entiendo el porqué
no me duele cuando me engañas
fotografiando un atardecer al azar
y dejas que el arte
se corra por tus venas.

Necesito que alguien me explique
por qué me he vuelto a pasar la métrica
por el forro de los huevos
o la razón de que una sonrisa tuya
haga que mi riesgo de pobreza
madure hasta convertirse
en la puta fruta más cotizada del mes de agosto.

Y me aterra que la locura
se infiltre en nuestros tuétanos
que la guerra gane al sexo
y que el sexo se seque
junto con los ríos que nos fluyen
cada vez que hacemos el animal.
que el hambre se extinga por inanición,
que no pueda darte la mano
por la calle el día de mañana,

(que nadie pueda darse la mano 
por la calle el día de mañana),
que se apague la música,
el brillo de tus ojos
o la vida
y que triunfe la bolsa de una puta vez.

Pero también dicen que existe
un grito de guerra
capaz de acojonar a todos los problemas
que se atrevan a jodernos.


Y no dudaré 
si me tengo que romper la garganta gritando
que te quiero
aunque eso signifique
apagar mi música,
que se deje de correr mi arte
y callar para siempre
el día en que la guerra gane al amor.



jueves, 26 de enero de 2017

Confesiones de un corazón desequilibrado

 "Ahí estabas tú, con la sonrisa de un niño 
que aún no ha terminado de crecer,
inmerso lo que suponía un nuevo viaje".
Sofía Reguillos.

Esta mañana he abierto los ojos
y no me he encontrado en el espejo de mi baño.
me he frotado los párpados,
como si pudiera transformar la realidad,
pero no, no era yo,
era un chico moreno,
de ojos grandes y pupilas más grandes aún,
me recordaba a alguien,
pero no, no era yo.

Se ha lavado la cara un desconocido
con mis propias manos.
Se ha bebido un café con mi nombre que sabía a rutina,
me ha robado dos cigarros el muy cabrón
y se los ha fumado en honor al vicio.

Yo observaba el encanto salvaje de sus palabras
mientras él decía que el encanto
residía en los silencios y las palabras que callamos
y nadie encuentra.

Miré a mi izquierda y encontré el objetivo,
miré a mi derecha y encontré el fin
y en el centro
un destello del presente
a punto de morir
junto con todas las veces
que abrí los ojos
para dejar de reconocerme.

No, no recuerdo en qué momento 
me convertí en el iceberg 
para dejar de ser transatlántico,
porque puedo concebir un giro del camino
pero no un camino sin rumbo.

Y aquí me planto
de cuerpo presente y corazón
vete tú a saber dónde,
en mitad de un punto de inflexión
exudando todas las malas decisiones
por las que un día creí saber nada.
Ahora voy a hacer apología de todo
lo que me duela por dentro,
seguir la causa perdida,
es decir,
partir de cada recoveco
que empezó siendo una caricia
y terminó en un bloqueo integral.

Porque con razones me he asomado
a la boca del abismo
y esta me ha hecho tal mamada
que me ha absorbido las mismas
junto con mis ganas de seguir.

Y es que la paciencia significa
re(a)postar con gasolina y agua,
pisarle al motor en quinta
y esperar a que este ronronee

"Por favor, písame más fuerte, que si lo haces tú,
nunca me acabaré".