Y se acabó.
Ni yo, ni mi, ni me y ni contigo,
y ni sin ti.
Y sin querer queriendo fue lo mío.
Y tu montaña tan alta y mi camino tan jodido.
Y el barranco de tus brazos fue tan seguro,
y mis ganas de saltar te hicieron el corazón tan duro.
Y la entrepierna.
Y yo lamentando el haberte herido,
bebiéndome las lágrimas,
y yo pensando que cuando menos estabas,
más te necesito.
Y tú tan yo en tu boca,
tan mi piel en tus manos,
tan planeado nuestro camino,
que a la mínima que caigo vas y te olvidas de mi lado,
de tu cama,
de la mía,
de tus besos por mi ombligo.
Y yo como un tonto te eché de menos,
y de penas,
de no verte conmigo.
Y ahora que me entero te digo,
Que yo, mí, me,
y por supuesto,
conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario