martes, 27 de enero de 2015

Supongo.

Supongo que alguna vez fuimos primavera,
supongo, que nunca imaginé tener mi vida llena de hojas secas.
Supongo, que por suponer, supuse demasiadas cosas.
Suponía tu sonrisa.
Suponía tu mirada.
Suponía que dolería imaginar tu espalda si te marchabas.

Y supuse tantas cosas,
y ninguna fueron ciertas.
Y ahora supongo que hay cicatrices vivas,
y heridas abiertas,
lo bastante profundas para no olvidarlas,
lo bastante profundas para no querer abrirlas.

Y supongo que hay días que confío en mi fe ciega,
que si lloramos fue más por la risa,
que por la pena.

Y suponía que algún día escribiría de ti,
o de mí,
o de nosotros.
Y suponía que escribiría sobre esa línea,
transparente, casi inexistente por ser tan fina,
pero lo suficientemente resistente para soportar los años y la distancia.

Y supongo que a día de hoy no sabré poner nombre a ese sentimiento,
supongo que,
ni yo mismo, sé lo que siento.

Voy a suponer, que el tiempo hará su trabajo,
voy a suponer que no voy a besar a nadie más,
al menos si hay fresas de por medio,
que esa firma es tuya y está en mi piel.

Vamos a suponer que nunca he escrito nada de esto,
vamos a suponer que no lo has leído,
vamos a suponer que ambos,
lo vamos a disfrutar,
pero en silencio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario