jueves, 7 de septiembre de 2017

Donde los hombres...

En esta roca murió un padre,
en este valle chocaron dos ríos
en esta plaza vino el amor
[a terminar de morir.

En este bosque se perdió un hijo,
en estas lágrimas se mojaron dos pájaros
en esta hora el cielo abrió los ojos.

El deseo corrompido y la araña 
que no se deja ver
vienen de la mano
y nos dicen que este es el
fin de la partida.

Yo salgo de la cueva
y tú nadas mar adentro.
Mañana las muñecas se habrán
quedado sin su piel de porcelana.

Dime entonces, pájaro sin alas,
qué hacemos con los cazadores
que se queman de ganas por nosotros.

Dime entonces dónde están los 
platos que lanzaste a media altura
mientras yo
disparaba hacia las nubes.

Esta tierra no es mi tierra
y estas luces son de peligro
mientras yo,
creía que eran de fiesta.

Tengo una mano fría que toca mi pecho
y otra caliente que toca mi polla.
Sin dejar de sentir mi propia carne.

Esto no es una pistola de despedida
ni un beso de asesino,
pero ambas partes acabarán igual.


Lloran truenos en tu cabeza
y lo extraño no sera terminar 
sino haber empezado.

En este valle,
en este río
en esta roca
en este bosque
en esta plaza
se oye el susurro del tiempo
que viene a morir

al lugar donde follan los hombres asustados.