viernes, 27 de febrero de 2015

Enredos.

Todo empieza con el roce de nuestros pasos,
tus pupilas más desnudas que mi cuerpo,
y mi cuerpo, mi cuerpo deja de ser mío,
para ser de tus huellas.

Es una montaña rusa
empezamos a movernos,
nos preparamos,
cerramos los ojos,
sonreímos,
y despegamos.

Subidas, bajadas y giros radicales,
estamos borrachos,
pero nunca nos bebemos demasiado.

Somos una atracción que nunca acaba,
sin frenos una vez que ha empezado,
sin límites cuando nuestras mentes se enredan.

Y como las estaciones y las mareas
llega la conexión
y con ella la lucha
y las ganas,
y rozamos las estrellas con las manos.

Es la hora, partimos de viaje,
una travesía que nos lleva lejos,
sin dirección alguna y todas al mismo tiempo
voy a hacer de tu cuerpo
una rosa de los vientos.

Y la mar deja de estar en calma para estar en guerra
y la guerra llama al tifón,
tres, cuatro o cinco ciclones seguidos
que invaden tu cuerpo por dentro,
activación de los resortes necesarios
para hacerte volar
y llegar a nuestro destino,
acabamos de explotar,
nos hemos corrido.


viernes, 20 de febrero de 2015

Rosas y llaves.

Hay rosas cerradas,
rosas abiertas,
de todos los colores,
rojas,
blancas,
negras.

Hay rosas que están llenas de mierda,
y rosas tan vacías, que por no tener no tienen ni espinas.

Y luego hay rosas especiales,
que guardan todos los colores que comprenden tus ojos.
De esas rosas que nunca encuentras,
que no huelen a rosas como tal, huelen mejor.
Que no están abiertas ni cerradas, sino todo lo contrario.
Rosas que no saben que tienen espinas,
y que sus pétalos todavía son folios en blanco,
en los cuales caben cientos de poemas sin escribir.

Rosas que como tú, no podré arrancar,
solo me atrevo a oler,
pero no demasiado, no sea que me acostumbre
y me salgan llagas en mis manos.

Así que me quedo aquí,
en este tramo del camino,
haciendo caso a eso que dicen:

"En esta vida se pega todo menos lo bonito y el dinero".

Pues lo primero te sobra,
lo segundo me falta,
y lo malo ya vendrá,
pero no de mi mano.