sábado, 28 de noviembre de 2015

Autoconcepto.

Tengo un paquete de tabaco sin abrir
y pienso fumarme cada uno los cigarros pensando en ti,
una noche por delante perfecta para no hacer nada
y el poema más bonito del mundo en mi cabeza.

Esta fiesta, que todavía no ha acabado
me dice que pierda los nervios,
que a veces es mejor una cama vacía que llena de extraños,
tengo alcohol barato y me falta el hielo de tus besos,

Esta fiesta tiene más razón 
que todos los consejos que me dio mi madre 
cuando estaba perdido.

Tengo la mirada puesta en el techo
y está buscando la excusa perfecta para comérselo,
tengo tres costillas que se mueren por romperse
del abrazo más fuerte del mundo,
y una mano que intenta agarrar el vacío
y así poder conciliar el sueño de mi vida.

No entiendo un mundo sin ti,
pero es que el mundo contigo es una distopía,
aún no te he votado en mi democracia personal
y quiero saborear todos los partidos que se presenten a quitarme la ropa.

Tengo una puerta cerrada que chirría si pienso en ella,
una ventana rota por todas las vidas que echaron a volar,
y todavía me faltan lagunas que rellenar de mi primera vez, 
que se escapan,
que me burlan,
que me piden intereses de un precio que no pude pagar.

Soy demasiado fácil para un mundo tan complejo,
y no me arrepiento de todas las veces que me llamaron cabrón,
hay más semen en mis historias que palabras,
pero aún me faltan latidos que no me corresponden.

Tengo los pies en las nubes,
y la cabeza en el infierno,
unos pulmones que se ríen de mi
y las rodillas desgastadas.

Tengo todo eso y más,
un salto al vacío,
una vela sin santo,
un caballo desbocado sin jinete,
un tornado en la lengua,
un improperio en la frente,
una firma de un abuelo que no conozco,
un amor en el círculo polar,
y un "te quiero" olvidado que no encuentra el momento de salir a la luz.

Tengo el dardo pero me falta la diana,
ahora entiendo por qué 
todos mis golpes de gracia 
fallan.


jueves, 5 de noviembre de 2015

La carrera.

Corre, dame la mano,
que se está acabando el mundo
y este pasillo es demasiado largo
para sentirnos separados.

Corre, joder, 
que se están apagando las luces del techo a cada paso.
los portazos nos sacan 423 kilómetros y medio beso
y no me da la gana de que nos ganen en este asalto.

Corre y mírame,
me haces tener los ojos de todos tus colores
en un mundo de escalas de grises,
me he perdido corriendo y hay un territorio que conquistar en esos labios.

Corre, que aún no tengo el corazón en la garganta
y ya estoy notando tus pulsaciones en mis oídos.
El universo se ha parado en este momento
y nosotros disfrazados de caricias seguiremos corriendo.

Corre, dame la mano
que estoy cansado y tengo sueño.
Me declaro apátrida de mi subconsciente
si puedo seguir corriendo(me) en el tuyo.

Voy a romperme la boca de un momento a otro
y no estaré conforme si no es contra tus besos.

Corre, date prisa,
me muero de ganas de empatar esta carrera,
llegar a dos pasos de la meta
y esperar a ver quién de los dos se lanza primero.

Corre, te estoy diciendo,
como si fuéramos dos gatos
que van por su octava vida
y no pueden esperar a matarse para llegar a la novena.

Corre, que se acaba el poema, 
vamos a llegar tarde al estreno en la cama
y todavía no sé en que día vivo.
Corre, pero córrete conmigo.