quiero verte desnudo.
Oye las sirenas, ¿las oyes?
ahora, enciende el fuego.
Desnúdate despacio para que yo te vea,
que hoy voy a enterrar el día y la noche entre tus piernas.
Saquemos al mundo los miedos y las verdades.
Y dime que es mentira, dime que hay noches que no salen.
No me permitas preguntarte qué me está pasando,
mírame en silencio,
y sigue jugando,
veo tus cartas y subo en la siguiente mano.
Lanzaré los dados y no pienso mirar el resultado, te pierdo.
No me permitas preguntarte qué me está pasando,
no me permitas ceder aunque me ahogue,
no me permitas escribirte, joder,
no me permitas quererte tanto.
Y ahora que me salen las estaciones del pecho,
del hecho de estar bajo tu acecho,
de trineos de NIEVE que se han desecho,
de selvas de CIUDADES colgadas como helechos.
Qué si estoy jodido
Jodida es la mirada de un niño valiente que sueña con el espacio.
Jodida es tu sonrisa de corazón caliente,
Jodida es la vida si no me lanzo a por ti.
Bocados del néctar que me has dado,
que va corriendo dulce por mis venas,
la dosis justa para tenerme atado y enganchado.
Pues bien, voy a atrapar todas las estrellas juntas y verlas bailar al son de tu boca.
Voy a incendiar océanos por mi y si me lo pides,
destrozar la luna por ti.
Aquí no hay guerras ni miedos, capitán,
estoy solo en mi cama buscando tus dedos...
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