"Quiero que mi columna dé su opinión
y diga que ya no me soporta".
Daniel Buendía.
Estoy en celo con el universo
y no entiendo las ganas
de comerme todo lo que me pertenece
y de postre, todo lo que nunca fue mío.
Supongo que el ansia me puede
hasta el punto de confundir
las lunas que pasé llorando un amor
y los soles que gasté
haciendo virguerías encima de un colchón.
No entiendo de relojes
pero sí de instantes,
me enferma el tiempo que perdí
y la miseria que encontré
en el concepto de "verdad".
Se acerca una ola de incertidumbre
que va a arrasar con todo
lo que un día brilló por su ausencia,
no queda refugio en los ojos de la gente
y el miedo a lo conocido es peor
que la dulzura de aquello que me queda por conocer.
Y tú, que has corrido tanto en busca de todo
y has arramplado con tus manos en mi pecho,
necesitas de mi necesidad
y yo, como un necio
necesito de un hueco para dormir
detrás de tus párpados.
Pero esta vez sin miedo
a vivir con los ojos cerrados
Estoy hecho a la imagen y semejanza
de una madre que aprendió a querer sola
y no tengo dónde caerme muerto
porque no soy de lugares sino de personas.
Voy a cortar palabras de amor,
que tengo la lengua tan afilada
como los huesos de la cadera,
luego voy a guardarlas
para que el día del juicio final
muera encima de tí
y no de mi.
Y esas mismas palabras
serán mi seguro de vida,
cuando acabe el mundo del todo,
el todo del mundo,
y todo lo que necesite
lo encuentre en tu sonrisa
en mitad del universo,
con el que siempre
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