jueves, 5 de marzo de 2015

Matar dragones (De ascensos y caídas III)

Da igual matar dragones,
da igual nadar en volcanes
o intentar beberme los ríos,
no puedo seguir si no es contigo.

Como estar borracho,
sentado en el baño de un bar,
expuesto al público,
no consigo sonreír si no es contigo.

Y no consigo comprender
que no hay rosas de los vientos,
que no hay mares ni océanos,
que tuve siempre las de perder.
Que tus ojos me miraban pero nunca fui tu meta.

A día de hoy no me salen los versos
se ha roto mi espada con tus palabras,
me han dejado la boca tan seca
como el bolígrafo con el que escribo.

Tengo puñal de doble filo,
del que soy adicto a acariciar,
no me importan los cortes en los dedos,
no me importa la sangre que pierda,
no tengo miedo a desangrarme si lo he perdido todo.


Una vez me llamaron cocodrilo,
pero ya no sé si soy el mismo,
me has arrancado la piel,
dime qué sientes al llevarme puesto,
dime cómo voy a sentir el frío o el calor,
si ya no te tengo.

Debería de estar acostumbrado a escribir estos versos,
debería de estar acostumbrado a llorar escuchando canciones,
debería de estar acostumbrado,
debería,
sin conseguirlo,
a matar dragones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario